09/ABRIL/2009
Antecede a la Semana Santa, la celebración de la fiesta de Dolores de Soriano, que reune gran cantidad de fieles de los estados y municipios vecinos, y que en este año aumento el numero de visitantes motivados por la declaradión del Santuario de Soriano como Basílica Menor.
Los días siguientes; lunes, martes y miércoles, se realiza el tradicional Vía Crucis por las calles del Pueblo, teniendo como punto de llegada la Parroquia de San Francisco, que prepara al día Jueves Santo, donde acuden muchas personas a acompañar a los Doce Apóstoles en su comida preparatoria para asisitir al lavatorio.
Otro suceso importante y de antiquísima tradición es acompañar al Maestro Jesús de Nazaret, en la oración del Huerto de los Olivos. Por este motivo, se coloca un anramada en forma de aposento, hecha a base de carrizo y palma, en el fondo se recrea un pequeño cerrito, cubierto con papel de colores, imitando las piedras de los cerros y colocando al centro la imagen en tamaño natural de “Jesús Nazareno”, tomando una posición inclinada, para indicar que esta en oración, con el Cáliz en sus manos.
Se acercan los judios y los soldados romanos, a tomar preso a Jesús, conducido hacia el templo de Santo Domingo de Soriano, donde quedará preso, al frente de la procesión un sonido lugubre emanado de la flauta de carrizo y un tamborcito rústico, seguido de los pretorianos a caballo, luego los cargadores, demás actores y un nutrido grupo de fieles .
A partir de las 11:00 a.m se percibe el movimiento en torno al atrio del Templo de Santo Domingo, desde este lugar se inicia la procesión, formado por los soldados de infanteria, con armaduras plateadas, casco dorado, túnica corta y capa de color verde obscuro, empuñando sable o cimitarra. Además la fila de los Doce Apóstoles, vestidos de túnica y mantos, los angelitos, que acompañan al anda.
Los cargadores, suben en sus hombros el anda con todas sus imágenes y empieza la procesión, los fieles a ambos lados de la calle y en el centro los actores y el anda escenificando las tres caídas de Jesús. En cada una de ellas se escucha un breve sermón y se canta el poema “El paso del Gólgota”.