martes, 14 de enero de 2020

TOLIMANEJO, PUEBLO DE FRONTERA - FUNDACIÓN


Tolimanejo, pueblo de frontera.
De su Conquista

Y,  ¿Porqué de Tolimanejo? Decir que es el nombre antiguo de esta población, que en sus orígenes fue causa de conflicto ya que en un primer momento se dedicó y juró como Santo Patrono a San Isidro, nombrándose San Isidro Tolimanejo, tal como lo menciona Manuel Septién, estableciéndose una capilla de la cual hay indicios de su ubicación; sin embargo, los primeros habitantes, creyendo que no les favorecía dedicaron el primer templo a San Francisco de Asís, bajo la administración de la orden Franciscana.
La génesis del pueblo de Tolimanejo (hoy Colón), se remonta a 1550, fecha en que don Nicolás de San Luis Montañez, don Pascual de la Cruz Pájaro y Don Francisco Pájaro, caciques de Xilotepec, junto con Diego Elías, don Agustín de Santiago y don Pedro Martín Elías[1], fundan esta población formada por indios otomíes y españoles. El lugar de asentamiento de la población se sitúa en las fronteras del Hospada, a la salida a San Pedro Tolimán, donde se construye el presidio cuyo objetivo era impedir los ataques de los chichimecas jonaces al Camino Real de Tierra Adentro, además de no permitir sus incursiones hacia los valles centrales de San Juan del Rio y Querétaro.
Por eso la fundación de Tolimanejo como un pueblo de frontera y contacto con los aguerridos chichimecas adentrados en la Sierra Gorda y punto estratégico de comercio, pacificación, evangelización en la región denominada semidesierto queretano. Mencionar que el presidio era una guarnición militar y civil construida de adobe o de  troncos[2], con capacidad suficiente para ofrecer refugio a los transeúntes del Camino Real de Tierra Adentro, así como a las bestias de carga y carretas, asediados por las avanzadas de chichimecas que continuamente destruían estas edificaciones al igual que las misiones.
Valentín Frías, en su libro  Opúsculos Queretanos, menciona el itinerario de Nicolás de  San Luis Montañez donde incluye la toma y conquista de San Francisco Tolimanejo… “Es congregación San Pedro Tolimán, San Francisco Tolimanejo, Zichú… estos puestos y lugares poblamos en nombre de Su Majestad… y nos costó nuestra sangre poblar a estos pueblos de congregación de indios… chichimecas barbaros que estaban agregados a estos pueblos que llaman Gran Chichimeca”.[3]
En el año 1550 un Capitán del Ejército Español se presentó conquistando este suelo con solo veinte – más o menos – indios nativos de Jilotepec, que aunque con buena disciplina según la época y reciente educación, empero militaban y obedecían a las órdenes  del ya referido Español, cuyo favorable éxito en sus empresas estimuló en aquel gobierno castellano la gracia y merced de que en absoluta propiedad poseyesen un terreno, el que de lo conquistado mejor les agradase. Y al efecto eligieron donde es Tolimanejo, hacia el barrio de San Isidro[4], que así lo nombraron al pueblo por haber jurado por patrón a dicho Santo; que creyendo después no les favorecía, nombraron a San Francisco, a quien le formaron la iglesia que hoy es Parroquia, dirigidos ya por unos religiosos de su Orden que los caciques solicitaron.[5]
En 1577, se forma la alcaldía mayor de Querétaro, cuyo alcalde tenía a su cargo a San Juan del Río y la frontera chichimeca, en la que se encontraban San Pedro Tolimán y San Francisco Tolimanejo. Siendo la primera división territorial, política administrativa formada por diecisiete pueblos, con tres cabeceras: Querétaro, San Juan del Río y San Pedro Tolimán.
El partido de San Pedro Tolimán se compone de cuatro pueblos sujetos a esta cabecera que es República de Indios, con su Gobernador y Alcaldes, reside en él un teniente de corregidor  para la administración de justicia y la de Doctrina y Santos Sacramentos es por Cura Religioso del Orden Seráphico, con otros religiosos coadjutores y en él se cuentan ciento treinta y dos familias de indios y su situación es a la parte del norte, distante de la ciudad dieciséis leguas. Sus pueblos sujetos son: San Miguel, con setenta y cinco familias; San Pablo, con cuarenta y seis; San Antonio con treinta y dos, y el de Tolimanejo con noventa, todos de indios… habitan en la cabecera de Tolimán hasta sesenta familias de Españoles y Mestizos.[6]

En 1588, el Virrey Marqués de Villamanrique empezó a eliminar presidios, a reducir el número de soldados y a entrar en negociaciones con los jefes Chichimecas. Valiéndose de algunos capitanes de frontera, mandó proveerlos de alimento, tierras y frailes para la atención religiosa de los pueblos. Con estas acciones se logra la pacificación de la zona de guerra, consolidándose en 1595 por el Virrey Don Gaspar de Zuñiga Conde de Monterrey. 



De Su Evangelización
Desde el 1540 llegaron los Franciscanos a la zona de la Sierra Gorda, después los Agustinos en 1550, posteriormente los misioneros Dominicos en 1687 y en 1744 los Fernandinos, todos con la intención de conquistar espiritualmente esta región, mediante la fundación de Misiones, muchas veces destruidas, quemadas, abandonadas; cuando ya se lograba reducir a los jonaces en las Misiones, ocurría un acontecimiento que propiciaba que los indios volvieran a la Sierra continuando las hostilidades, haciendo de la conquista espiritual una lucha de más de doscientos años.

Tolimanejo, estuvo atendido desde su inicios, por los religiosos Franciscanos del convento de San Pedro Tolimán hasta el año 1700,  en que fue constituida Vicaría Fija dependiente del curato de Tolimán; quienes edificaron la antigua iglesia y convento. Así se mantuvo hasta el 30 de Marzo de 1756, fecha en que el Excmo. Sr. Arzobispo Dr. D. Manuel Rubio y Salinas elevó a parroquia dicha vicaría, dándole por primer cura al Sr. Pbro. D. José Diana.[7]

En el año de 1700 se comienza la construcción del actual Templo de San Francisco y se concluye después de 1709. El Sr. Pbro. D. Antonio Coronel, toma posesión el 1 de Marzo de 1759, construye el coro alto, la sacristía, dota a la iglesia de órgano, ornamentos de todos los colores rituales e incensario de plata… en 1898 el Sr. Cura D. José María García amplió la casa cural y construyó los cuatro corredores del patio y en 1906 el Sr. Cura D. Francisco Torres, convirtió la iglesia en tres naves y construyó el túnel que comunicaba el convento del Beaterio con el coro bajo, que construyó del lado del Evangelio con reja al Presbiterio. [8]
En 1892, se edifica, junto a la Iglesia, la Escuela Parroquial de Niñas con un internado, siendo principales protectores los Sres. Curas D. José María García y Don Francisco Alday.
A partir de 1583 el Partido de Tolimán quedo sujeto a los Franciscanos y en 1687 compartieron el territorio con los Dominicos a través de la fundación de la Misión de Santo Domingo de Soriano; la primera construcción es de 1687 (terminada de construir en los años 1691 y 1703).
Los primeros pobladores de la Misión de Soriano, habitaban cerca del Pinal del Zamorano, en una meseta elevada conocida hoy como Pueblo Nuevo, a donde los conquistadores se hacían acompañar por Ana Sánchez, india ya cristiana y conocedora del idioma de aquellos gentiles a quienes cautiva por su simpatía y la persuasión de sus palabras. Así, los conquistadores trasladan a los  chichimecas a Soriano, donde los Misioneros Dominicos edificarían la misión de Santo Domingo de Soriano en diciembre de 1687, por el Padre Fray Luis de Guzmán y veinticinco familias de Chichimecas[9] a un kilómetro hacia el suroeste de Tolimanejo. Esta población marcaba el límite Poniente de la Sierra Gorda, junto con San Pedro Tolimán.

A la par de la Misión de Soriano se fundan otras misiones, la de Nuestra Señora del Rosario, San José del Llano, San Buenaventura Maconí, Santa María Zimapan, San Miguel de las Palmillas, Nuestra Señora de Guadalupe Aguacatlán y Santa Rosa de las Minas de Xichú.
En el año de 1691, se encuentran referencias sobre Soriano; a través de los informes del Lic. Francisco Zaraza, quien emprende la conquista  y pacificación de la Sierra Gorda; a su paso por Soriano refiere que la misión es la más prospera, que  lleva muy adelantada la obra material  del templo y menciona  de Fray Luis de Guzmán,  su celo por el bien de los indios. Además de mencionar que en ella se encuentran 207 jonaces.

En el año de 1705, Fray Luis de Guzmán, con alimentos y otras dádivas, logra reducir a la mayoría de los jonaces en la misión de Santo Domingo de Soriano, donde los mantuvo más de un año, sustentándolos a costa de la Real Hacienda. Cuando ya se pensaba que estaba pacificada la Sierra Gorda, muere en la misión quedando los indios sin sustento, volvieron a sus antiguas costumbres e iniciando de nuevo las hostilidades.

En 1713, se encomendó a Gabriel Guerrero de Ardilas, continuar la pacificación de la Sierra Gorda, ayudado por Gerónimo de Labra, pero ni la abnegación de los misioneros ni las fuerzas de las armas, habían logrado reducirlos, en el año de 1743  José de Escandón y Helguera “Conde de la Sierra Gorda” culmina la .pacificación de los jonaces que asolaban las fronteras de Cadereyta, Jalpan, Real de Xichú, San Luis de la Paz, Querétaro y Escanela, derrotando a los indios refugiados en el cerro de la Media Luna.   

En el recorrido de la Sierra Gorda que hizo Escandón en 1743, el primer lugar que visitó fue la misión de Santo Domingo de Soriano, el 7 de enero del mismo año, y tras una inspección a la población, con asistencia de fray Juan Manuel de Arziniega y del teniente Vicente Javier Perrusquia, contabilizaron  57 familias de otomíes, 48 familias jonaces, siete españoles y mestizos, en total 112 familias de los cuales seis ayudaron a fundar esta misión. En esta visita Escandón propuso que la Misión de Soriano se extinguiera y pasaran los habitantes al Pueblo de Tolimanejo.[10]

La historia de la devoción a Nuestra Señora de los Dolores, se remonta al año 1703, fecha en que la imagen es trasladada de Zimapán, en el estado de Hidalgo, a Maconí en Cadereyta por los Misioneros Dominicos encargados de la pacificación de los Chichimecas  de la Sierra Gorda; quienes destruyen la misión, quedando la imagen de la Virgen de los Dolores abandonada durante catorce años, hasta ser traída a la  misión de Santo Domingo de Soriano, en el año de 1714. Los misioneros dominicos que atendieron la misión, fueron catorce en el lapso de 1687 a 1748.

Tolimanejo se erige como pueblo de “Frontera” por su posición estratégica con la Sierra Gorda, tanto geográfica, militar y cultural. Por ello se construyen dos instituciones: el presidio y la misión necesarios para el proceso de colonización y  poblamiento de las zonas cercanas a la Sierra Gorda.
A los primeros pobladores se les requería una doble tarea; la defensa militar y la producción de alimentos[11], lo último favorecido por el rio (llamado río Colón) que cruza toda la población y que significo el florecimiento de los asentamientos de los barrios: San Isidro, Las fronteras, El Cerrito, además de la diversidad de labores: como la producción artesanal de ixtle y lana, la ganadería, el desarrollo de la producción de pan y aguardiente, la producción de tejas y ladrillos y la producción de cal. Sin dejar de mencionar la riqueza de los manantiales que aseguraron el éxito de los labradores, quienes introdujeron el agua a los terrenos de cultivo por medio de cañerías o acequias.
El nacimiento del río tiene lugar en el punto conocido como piedras coloradas, donde se localizaron huellas de asentamientos  humanos como puntas de flechas y lanzas. En el trayecto del Río, se localizan varios vestigios: canales, presas, caños, norias, pozos, acueductos, acequias, baños, que en su momento, tuvieron un uso importante para la población, siendo espacios de convivencia y para el desempeño de actividades de trabajo, como el lavado de hortalizas, lavado de lana, riego de los huertos, aseo personal, etc.
Mencionar, por ejemplo La presa de los Dolores, construida por la sociedad Mota Suez, entre los años 1890-1900, fue el primer punto de canalización de agua de río hacia los huertos de hortalizas y árboles frutales, a las orillas abundaban los alcatraces blancos y el carrizo con sus múltiples usos como: el sostén de los tejados de las viviendas, de sombra en las enramadas, canillas para los artesanos textiles y en la cestería.
En esta zona, por la cercanía del agua y la abundancia del barro, existían un promedio de siete ladrilleras desde las piedras coloradas a la calle de la poza, hoy salitrillo; además de ladrillos se hacían tabiques, cuñas, cazuelas, jarros, columnas, macetas, tejas, etc. Algunos propietarios eran Don Manuel Montes, Don Cornelio, Don Guadalupe Nieves, Don Santos Moreno, Don Beto Nieves,  Don Jesús Puebla y la ladrillera de los Tejeros (Goyo el Herrero).
Otro sitio emblemático fueron Los baños del agua caliente, construidos a la rivera del río, en terrenos propiedad de Don Jesús de la Mota. La  construcción original estaba formada por  una alberca de forma ovalada con una profundidad de seis metros  muros de piedra revestidos de cal y dos cuartos de bóveda.
Con esta diversidad se fortalece una sociedad de frontera, mezcla de militares españoles, indígenas, mestizos, con empresas novohispanas en una lucha por la tierra y el dominio cultural cuyo objetivo era el resguardo del Camino Real desde el semidesierto y colaborar con la conversión de los grupos recolectores cazadores, para hacerlos indios de paz.
De su población:
En 1746, en el Theatro Americano se menciona a 90 familias de indios.
1770, en el pueblo de San Francisco Tolimanejo, habitaban 144 españoles, 101 mestizos, 470 indios, 16 mulatos y un lobo (descendiente de la unión entre un chino e india y la mezcla con una mulata), con una población total de 732, personas. En soriano 391 indios: 55 jonaces, 19 españoles, 8 mestizos, 12 mulatos, 18 lobos, 1 negro, en total 499 individuos.
En las Haciendas y Ranchos se registraron 390 españoles, 919 indios (uno jonaz y el resto otomíes) 242 mestizos, 215 mulatos, seis moriscos (mezcla mulato y español), siete lobos, seis coyotes (mezcla de indio con mestizo), dos negros, dos castizos y 233 personas sin clasificar en algún grupo. En las haciendas y ranchos se registro una población de 2022 individuos que con Tolimanejo y Soriano da una población de 3203 individuos.[12]
En 1777 en el Curato de San Francisco Tolimanejo, se registraron 1040 indios, 302 españoles, 45 mestizos, 23 mulatos, doce lobos y un castizo. De las haciendas y ranchos de este curato se anotaron 305 indios, 730 españoles, 17 mestizos, 22 mulatos, 27  lobos y once castizos.
En 1778, el pueblo de Tolimanejo estaba habitado por 350 españoles, 1165 indios, 45 mestizos, 1 castizo,  66 mulatos, 12 lobos, dando un total de 1639 habitantes. En las haciendas sujetas al curato contabilizó 773 españoles, 387 indios, 17 mestizos, 11 castizos, 22 mulatos y 27 lobos, dando un total de 2876 personas. [13]
En 1791 se realiza, por disposición del virrey conde de Revillagigedo, un censo donde encontramos que en Tolimanejo había 334 habitantes, 237 en Soriano,  Juchitlán y sus labores o ranchos; en la Hacienda la Esperanza 264 y en el Zamorano 254, en su mayoría españoles y mestizos, con algunos indios emparentados con estos grupos, dando un total de 1443 pobladores.[14]
Censo de 1844, 11,294, nacieron 297 niños y 268 niñas; fallecieron 134 personas de los habitantes en el año de habitantes, 1845: 11, 725.[15]
Censo de 1900, hombres, 5,357; mujeres 5,531, total de habitantes: 10,888.[16]  
En 1923 el número de habitantes en cabecera es de 2,881 y en todo el municipio: 13, 486.
De la Unión de Tolimanejo y Soriano
La primera unión de estos pueblos fue en el año 1756, cuando se determina trasladar el curato de Soriano a Tolimanejo, fusionándose la Doctrina Franciscana y Dominica, convirtiendo su antigua iglesia en parroquia, quedando así integrados ambos pueblos con las haciendas y rancherías del contorno.
La unión de ambos pueblos, es decretada y publicada en la Sombra de Arteaga, en el año de 1882, con fecha 12 de junio, que en su art. 2° de la ley No. 59 dice: “De los pueblos de Tolimanejo y Soriano se formará una villa, que se denominará Villa Colón”, así lo mandó Don Francisco González de Cosío, Gobernador del Estado y a partir de entonces lleva por nombre Villa de  Colón.
La idea de ponerle Colón, tiene su origen en los comentarios hechos durante un banquete ofrecido al general Porfirio Díaz y sus más cercanos ministros, por el gobierno de Querétaro, en el marco de la exposición de productos queretanos, realizado de  mayo a junio de 1882.
En el libro de Comunicaciones[17], se relata la unión de Tolimanejo con Soriano, con esta unión se convoca a elecciones tomando posesión del cargo de subprefecto Don Jesús de la Mota. A continuación se relatan estos acontecimientos:
En la comunicación previa n° 77 del 10 de  Abril del presente año, dijo esta Prefectura al Superior Gob. Del Estado lo que sigue:
Los pueblos de Tolimanejo y Soriano que de tiempo inmemorial conservaban sus desavenencias, habían caminado con algún acuerdo desde 1845; pero habiendo presentándose ahora Luis Ramírez que se titula apoderado general de Soriano, y suscitado cuestiones sobre terrenos como ya he tenido el honor de informar a esa Superioridad, el mal estar ha renacido entre los vecinos de ambos puntos. Considerando la Prefectura que la manera más eficaz para cortar los disgustos así de las autoridades como de los vecinos entre sí, es unir ambas poblaciones que de hecho ya lo están, porque habiendo extendido su caserío una sola calle es la que reconocen por límite; atendiendo a su censo a que el estado del mejoramiento en que se hayan, así como a la extensión que resulta considerándolos como uno solo, pronto reclama un título superior al de Pueblo: por estas razones declara que el Ejecutivo se sirviera iniciar un proyecto de ley para que la H. Legislatura decretara la erección de una nueva Villa en el Estado compuesta de Tolimanejo y Soriano, y espera ésta se le denominara de Colón. Libertad y Constitución. Tolimán Junio 21  de 1882.= Antonio Ma. De la Llata,  Rúbrica.
A continuación la respuesta a  dicha unión en todo el vecindario, dirigido al Prefecto de Tolimán.
No. 50. A la vez que grato me honro en comunicar a U. que ayer se publico en esta ley n°. 59, en que queda elevada al rango  de Villa de Colón esta población. El titulo fue aceptado con entusiasmo general de todo el vecindario porque jamás se había engalanado ni proferido con tanta efusión las vitores, al H. Congreso del Estado, al C. Gobernador y a las primeras autoridades del Distrito.= Sírvase U. ponerlo en conocimiento de la superioridad para su satisfacción.= Libertad y Constitución.= Villa de Colón Junio 24 de 1882. – C. Prefecto de la Ciudad de Tolimán. (Firma D. Js. Mota)
No. 51 Tengo el honor de poner a disposición de esa Prefectura la lista de los Electores que fueron nombrados en las elecciones verificadas en esta Villa el día 25 del actual.= Lo que comunico a U. para su gobierno y fines necesarios.= Libertad y Constitución Villa de Colón Junio 28 de 1882== C. Prefecto del Distrito de Tolimán. (Firmó D. Jesús Mota)
No. 55 Como consecuencia de la ley No. 59 expedida por el H. Congreso y publicada por el Superior Gobierno del estado el 13 del presente  y conforme al art. 2° de la expresada ley, a nombre del Gobierno del Estado se dan a U. y al Jefe de policía de ese punto las más expresivas gracias por el buen comportamiento que observaron en el tiempo de su cometido, sirviéndose hacer la entrega  para el efecto el día 1° del entrante Julio a las tres de la tarde en esta oficina. Libertad y Constitución Villa de Colón Junio 30 de 1882.= Pedro Baldemar = Presente firmó D. Js. Mota.

De su Territorio
Imagen mapa
Para el 12 de agosto de 1825 se publica en la Constitución Política del Estado de Querétaro lo siguiente: “El territorio del Estado se dividirá… en seis distritos… el de San Pedro Tolimàn, que comprenderá las municipalidades de su nombre, San Francisco Tolimanejo (hoy Colón) Santa María Peñamiller y San Miguel Tolimán. Continua la misma división en seis distritos hasta el 23 de junio de 1882, en el periodo intermedio con fecha del 1 de diciembre de 1853,  se decreta la formación del territorio de la Sierra Gorda.[18]
En 1856 se establecen los límites y colindancias de la municipalidad de Tolimanejo.
El 23 de junio de 1882: Mediante el decreto No. 59 se registra el distrito de Tolimán (antes San Pedro Tolimán), sin la municipalidad de Tolimanejo (antes San Francisco Tolimanejo), erigiéndose en su lugar la de Villa Colón”.

8 de abril de 1916: mediante reforma a la Constitución Política del  Estado, se establece la división territorial del mismo en 6 municipalidades, consignándose al Municipio libre como base de su organización política, ya no se contempla la división en distritos. Se forma la municipalidad de Colón, con territorio del distrito de Tolimán que se suprime. Art. 1°.- se reforman los artículos… 9°… en los términos siguientes… el territorio del estado se compone de seis municipalidades que son: Amealco, Cadereyta, Colón, Jalpan, San Juan del Río y Querétaro.

16 de septiembre de 1917: En la Constitución Política del Estado libre y soberano de Querétaro de Arteaga, se establece la división territorial en seis municipalidades (no se registra la de Colón y en cambio se señala la de Tolimán). Art. 2°.- El territorio del Estado se divide en seis municipalidades que son: Amealco, Cadereyta, Jalpan, Querétaro, San Juan del Río y Tolimán.[19]

30 de junio de 1923: Mediante la reforma a la Constitución Política del Estado libre y soberano de Querétaro de Arteaga, se divide el territorio en siete municipalidades, (se contempla nuevamente la de Colón). Ley No. 38 Art. 2°.- El territorio del Estado se divide en siete municipalidades que son: Amealco, Cadereyta de Montes, Colón, Jalpan, Querétaro, San Juan del Río y Tolimán.[20]



De sus Movimientos Armados:
25 de julio de 1806… Pedro Sierra, administrador de la hacienda de Ajuchitlán, organizo un ejército de más de 100 hombres y en la noche del día 25 cayeron sobre el pueblo de San Francisco Tolimanejo.
1811, El licenciado Miguel Domínguez da parte al virrey Venegas de que varias cuadrillas de insurgentes van realizando incursiones en los pueblos de San Francisco Tolimanejo y San Pedro Toliman, poblados por indios.
El 30 de septiembre de 1811, en plena lucha de Independencia, el Capitán Ildefonso de la Torre y Antonio Soto se apoderan del Cerro del Moro, donde vivían muchas familias de insurgentes, que habían huido de los lugares circunvecinos para evitar las molestias que los realistas les causaban. Los  atacan derrotando a tres mil insurgentes, matando a 500 y les quitan tres cañones, ellos tienen solo un muerto, 42 heridos, entre ellos el mismo Capitán de la Torre.[21]
1816, Informe del cura don Francisco María de Berazaluce, del pueblo de San Francisco Tolimanejo pide por 30 familias de indios que militan bajo bandera rebelde por la soledad y abandono que se encontraba este pueblo, por lo que se pide perdón por ellos ante el arzobispo de México.
1817, Informe del Bachiller Manuel Galindo, cura interino de San Francisco Tolimanejo sobre la invasión de los Insurgentes al pueblo y su obligación en distintas gavillas.
En la guerra de Reforma, el 7 de febrero de 1857, el liberal Anastacio Parrodi venció en prolongado y reñido combate al conservador Luis Osollo, en las inmediaciones de Tierra Dura y Palmas.
El 14 de marzo de 1859, los liberales de Arteaga replegaron a los conservadores de Mejía, desde el cerro de San Vicente hasta la hacienda de la Esperanza.
10 de noviembre de 1862, los imperiales de Mejía derrotaron a los republicanos de Arratia y Valencia en el llano entre Peñuelas y Navajas.
El 31 de mayo de 1876 los constitucionalistas contra los lerdistas al mando de Adolfo Valle en el llano de la Cebada junto al norte del pueblo de Ajuchitlán.
En 1917, hubo gran tiroteo entre federales y ex villistas que comandaba Enrique Saenz quien fue derrotado y muerto en los pilones.

4 de Febrero de 1928, entrada a la Villa de Colón del grupo Cristero, encabezado por el General Manuel Frías y Norberto García de la Vega.









HACIENDAS COLONENSES
Dentro del territorio municipal, se encuentran tres de las Haciendas  de mayor relevancia económica y social, por la fundación, producción y extensión territorial; Hacienda de Ajuchitlán, Nuestra Señora de la Concepción del Zamorano y Nuestra Señora de la Buena Esperanza; estas tres abarcaban las estancias, que en épocas posteriores serían haciendas productivas: La Salitrera, El Potrero, Viborillas, Galeras, El Blanco,  La Peñuela, San Vicente, San Ildefonso, Santa Rosa de Lima, San Martín, El Gallo, El Rosario, así como dos molinos de trigo ubicados en cabecera municipal y en la comunidad de el Saucillo.[22]
En el semidesierto queretano las mercedes reales para estancias de ganando se otorgaron a partir de 1547, fecha en que comienza la formación territorial de las que serían las haciendas de Ajuchitlán, Zamorano y Esperanza. Las bondades de las tierras y el acceso al agua propiciaron su establecimiento además de ser punto estratégico de vía y transito de la Ruta de Tierra Adentro.
El virrey Don Luis de Velasco, estableció en 1560 las primeras restricciones para el otorgamiento de estancias, limitando el número de cabezas autorizadas, obligando a los estancieros a tener un número determinado de pastores a caballo para vigilar  el ganado.
Hacia 1563, el  virrey De Velasco, especifico las dimensiones de las estancias “3 mil pesos de marca para el ganado mayor y dos mil para el menor: del mayor 4200 m por lado y 2500 para el menor. Las ordenanzas fueron confirmadas en 1589 donde se manifestaron las siguientes medidas de las estancias para ganado mayor y menor: el espacio debería ser cuadrado orientadas de este a oeste y medir una legua por lado para el ganado mayor y el menor 2 mil pasos o 3333 varas equivalente a 1750 hectáreas el ganado mayor y 780 para el menor.[23]
En Tolimanejo, alrededor del 1550, comienzan la solicitud de espacios para la cría de ganado y la agricultura, quedando   establecidas las porciones de tierra que más tarde sería el inicio de las haciendas colonenses.
En el caso de Ajuchitlán, en 1547, el Virrey Antonio de Mendoza otorgó un sitio para ganado mayor al oidor Gómez de Santillan y a finales del siglo XVII ya existía la hacienda de Nuestra Señora de la Buena Esperanza, siendo una de sus propietarias Doña Juana Tello de Aguirre.

Del origen de la Hacienda de Nuestra Señora de la Concepción de el Zamorano, se sabe que en 1687, la poseía el Capitán Juan Martínez de Lejarza, quien destinaba los terrenos al pastoreo de caprinos, bovinos y equinos.[24]

Para 1770 existen las haciendas de Juchitlán, Zamorano y Esperanza. Sus ranchos eran el Pedregal, Santa Rosalía (Santa Rosa), Puerto del Gallo, Las Casillas, Las Cabras, El Leoncillo, El Venado, El Sauz, El Moral, Las Mangas, Agua Zarca, La Obra, Cieneguilla, El Potrero, La Pila, La Carbonera, Del Puerto, El Tepeguaje, Las Milpillas.




[1] Rosario Gabriela Paez Flores, Pueblos de Frontera  en la Sierra Gorda Queretana, siglos XVII y XVIII, p.p. 64-65
[2] Op.cit.  p. 28
[3] Valentín Frías, Opúsculos queretanos, Querétaro, 1906
[4] Vicente Acosta (Canónigo), “Noticias Históricas de la Villa de Colón”, Biblioteca del Congreso del Estado, 1937, p. 1
[5] Manuel Septien y Septien, “Historia de Querétaro”, Gobierno del Estado de Querétaro, 1966
[6] AHQ, Datos sobre Querétaro, México 1949
[7] Vicente Acosta, op. cit. p. 1
[8] Ibídem, p. 2
[9]AHQ, Templos y casas fuertes en la sierra gorda, Biblioteca Aportación Histórica, Ed. Vargas Rea, México, 1946

[10] José Antonio Cruz, Chichimecas, Misones, Soldados y Terratenientes, 2003.
[11] Rosario Gabriela Paez Flores, Pueblos de Frontera  en la Sierra Gorda Queretana, siglos XVII y XVIII
[12] Rosario Gabriela Paez Flores, Pueblos de Frontera  en la Sierra Gorda Queretana, siglos XVII y XVII. Pp. 114-116

[13] AGN, Ramo Padrones, vol. 12, exp. 141
[14] AGN,  Ramo Padrones, vol. 35
[15] Cfr. Estadística del Departamento de Querétaro, imprenta de Francisco Frías, 1864
[16] Censo General de la República Mexicana, verificado el 28 de octubre de 1900, Estado de Querétaro, México, 1902.
[17] Libro de anotaciones con reportes hechos por el subprefecto Jesús de la  Mota, enumerados del No.1 al  98 con fechas del 2 de Enero al 17 de Diciembre de 1882.
[18] Constitución Política del Estado de Querétaro de … (artículo 5)
[19] La Sombra de Arteaga, ciudad de Querétaro, 22 de septiembre de 1917, No. 22
[20]La Sombra de Arteaga, ciudad de Querétaro, 30 de junio de 1923
[21] Cf. Lucas Alamán, Historia de México, Vol. 1 y 2, Imprenta de V. Agüeros y Comp. Editores, 1883.

[22] Cfr. CONACULTA – INAH – Gobierno de Querétaro. Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles (versión CD). Semidesierto y Sierra Gorda – Colón – México, Octubre, 2003.
[23] Rosario Gabriela Paez Flores, Pueblos de Frontera  en la Sierra Gorda Queretana, siglos XVII y XVIII, p.p. 77-78

[24] José Luis de la Vega, “El valle de Alfafayucan en el tiempo”, en Superación Académica,  No. 20, Sindicato Único del Personal  Académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, 1999

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